

Por Esmirna Gómez
Santo Domingo Este.– En un ambiente de profundo silencio, recogimiento y devoción, la Parroquia San Vicente de Paúl celebró este Viernes Santo los tradicionales Oficios de viernes Santos, conmemorando la Pasión y Muerte de Jesucristo.
La ceremonia fue presidida por el párroco Pelagio Tavera, acompañado del padre Encarnación Miguel, quienes guiaron a los fieles en una intensa jornada espiritual marcada por la adoración de la cruz y la meditación en torno al sacrificio redentor del Señor.
Durante la homilía, el padre Tavera exhortó a los presentes a reflexionar sobre el misterio del sufrimiento de Cristo, haciendo una profunda alusión al capítulo 52 del profeta Isaías: “Despreciado y desfigurado, cargó con nuestros dolores… fue triturado por nuestros pecados. Él soportó el castigo que nos trajo la paz”.

En un momento particularmente emotivo, el padre recordó que Jesús entregó su vida a las tres de la tarde, razón por la cual la liturgia se celebra a esa hora. También explicó que, tras su muerte, Cristo descendió a los infiernos para rescatar a los justos y abrirles las puertas del cielo, cumpliendo así su promesa de salvación.
“Hoy es un día de duelo, de dolor y de reconocimiento. La muerte de Jesús no fue solo un hecho histórico, fue el precio que pagó por nuestros pecados. Debemos sentir ese dolor en lo más profundo del alma, y dejar que esta experiencia transforme nuestro espíritu”, expresó el padre Tavera visiblemente conmovido.
La ceremonia, acompañada por cantos y oraciones se convirtió en un espacio de reflexión colectiva. La comunidad vivió con solemnidad cada momento, reafirmando su fe y renovando su compromiso cristiano en espera de la resurrección gloriosa del Señor.
Con esta celebración, la Parroquia San Vicente de Paúl fortalece su misión de ser un faro de fe viva en medio del pueblo de Dios, especialmente en los días más significativos del calendario litúrgico.