
La nacionalidad privilegiada que el presidente Luis Abinader prometió que le otorgaría al Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa nunca se hizo realidad. El escritor peruano falleció el pasado 13 de abril.
Al mediodía del 31 de mayo del 2023, el mandatario recibió en el Palacio Nacional a Vargas Llosa e informó a los periodistas que le había ofrecido al laureado escritor naturalizarlo como dominicano y que él había aceptado.
Para materializarse, este anuncio debía convertirse en un decreto que no se llegó a redactar ni a firmar por el jefe del Poder Ejecutivo.
En el evento, el escritor peruano aseguraba que pretendía pasar largas temporadas en la República Dominicana.
“Y yo le he pedido, por esa decisión de pasar gran parte de su tiempo en el país, que acepte la ciudadanía dominicana, y él ha aceptado esa ciudadanía”, dijo Abinader en ese entonces.
El anuncio provocó el repudio de grupos nacionalistas que adversaban a Vargas Llosa por sus críticas a la sentencia del Tribunal Constitucional (168-13) que definió los criterios para adquirir la nacionalidad dominicana, dejando fuera a miles de personas de ascendencia haitiana.
En un artículo, el peruano había comparado la decisión del tribunal con las «famosas leyes hitlerianas de los años treinta dictadas por los jueces alemanes nazis para privar de la nacionalidad alemana a los judíos».
Vargas Llosa recibió en el 2016 el Premio Internacional Pedro Henríquez Ureña de parte del Ministerio de Cultura, a pesar del desacuerdo del entonces ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo, quien lo acusaba de haber irrespetado a las instituciones estatales del país.
Para el 2023, cuando se hizo el ofrecimiento a Vargas Llosa de la nacionalidad dominicana, el país estaba en un año preelectoral, y Abinader aspiraba a reelegirse como presidente, lo que logró en las elecciones del 2024.
“Me encantaría, ya que he pasado algunos momentos difíciles en la República Dominicana, pasar también un período de exaltación y de verdadera realización”, afirmó Vargas Llosa a los periodistas en el Salón de los Embajadores de la casa del Gobierno dominicano.
En un artículo publicado ayer en Diario Libre por la escritora dominicana Soledad Álvarez, esta hizo una observación y una petición: «No me extrañaría que por las críticas y la intolerancia de los grupos de siempre Mario no haya recibido finalmente la nacionalidad dominicana. De ser así, bien haríamos en otorgarla a Patricia, la mujer de su vida. Sería escribir, con la mejor parte de nosotros, otro momento del amor tempestuoso entre el escritor inmortal y República Dominicana».
Cinco por año
El presidente de la República tiene el poder de otorgar la nacionalidad a título de naturalización privilegiada a un máximo de cinco extranjeros cada año “por haber prestado servicios a la República”, según ordena la Ley 1683 sobre Naturalización.
Los beneficiarios no necesitan llenar ningún requisito ni cumplir ninguna formalidad para que el decreto sea ejecutado.
Cuando Abinader hizo la promesa a Vargas Llosa, solo había concedido este privilegio al francés Michel Antoine Amorin, el 15 de marzo del 2023, y al español José Joaquín Gutiérrez Tuñón, el 17 de marzo de ese año.
Los otros tres cupos fueron llenados posteriormente por el canadiense Jean Armand Lacaille Turgeon (en agosto), y por los españoles Óscar Mateo Zazo Martín y Pedro Álvarez Pastor (en diciembre).
En el 2024, el presidente Abinader concedió la naturalización privilegiada al cubano Yaseen Pérez Gómez, al colombiano Luis Ernesto García Hernández, al español Manuel Hernández Jerez, al ruso Daniil Trífonov y al estadounidense Fred Óscar Imbert.
En el 2025, el Poder Ejecutivo todavía no emite decretos sobre este tema.